In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Villas rodantesEspacios y sujetos del neoliberalismo en el cine y la narrativa argentina
  • Carina González

El impacto que produjo la economía en el diseño urbano se manifiesta de distintas maneras a lo largo de la historia. Más aun, quizá haya sido la transformación de la ciudad el aspecto más frontalmente percibido para captar la idiosincrasia moderna. Por algo Walter Benjamin advertía que, en el siglo xix, París modificaba su infraestructura poniendo en evidencia los cambios ocurridos en la forma de habitar y transitar el espacio de la urbe. En el siglo xx, con la implementación de políticas neoliberales que no sólo afectaron la economía sino que proporcionaron un nuevo modelo de interacción entre el Estado y la sociedad civil, los países de América Latina asistieron a la transformación vertiginosa del espacio público. En pocos años, Buenos Aires pasa de ser una ciudad en expansión a convertirse en la “ciudad de los negocios.” Impulsadas por la libre circulación de las leyes del mercado y la productividad, las políticas urbanas recuperan las zonas relegadas de la ciudad para transformarlas en mega-emprendimientos rentables. El símbolo de este modelo es Puerto Madero, una intervención urbana que recicla los edificios abandonados del puerto convirtiéndolos en modernas oficinas, lofts de grandes dimensiones y restaurantes de alto nivel. Esta fachada de Buenos Aires como ciudad del primer mundo, se completa con la proliferación de shoppings y barrios privados que comienzan a diseñarse como islas urbanas que esconden la inevitable desigualdad social originada por la reestructuración conservadora del capitalismo.1 [End Page 83]

El modelo económico perpetuado bajo el gobierno de Carlos Saúl Menem (1989–99) impulsó por un lado, la apertura comercial y financiera, la privatización masiva de empresas estatales y servicios públicos y la extranjerización de la economía apostando a la libre fluctuación del mercado. Pero por otro, agudizó la brecha entre clases sociales, incrementó el desempleo y exacerbó el empobrecimiento de las masas. Esta orientación neoliberal (desprendimiento de la política económica de las dictaduras), desembocó en el “argentinazo” que congregó a la respuesta popular y masiva en pro de la reivindicación social y la intervención política que ocasionó la caída del gobierno radical.2 En este pasaje fluctuante del gobierno menemista a la crisis del 2001 (periodo en que se le imprime a la ciudad la organización del business), el espacio urbano estalla endémicamente a partir de la ocupación de predios y la toma de edificios en algunos barrios céntricos estratégicamente ubicados en los márgenes de esa ciudad “construida” para la inversión. A pesar de la escasa visibilidad, esta doble articulación urbana que enfrenta a una ciudad publicitaria con otra ciudad oculta,3 permanece conectada a través de arterias comunes por donde circula lo social. La oposición entre los barrios reciclados para el turismo y los barrios basura tomados por los desposeídos (entre la seguridad acartonada de los countries y la precariedad desesperada de las villas de emergencia) se dirime en las zonas limítrofes que las comunica. Estas zonas ciegas expuestas al contagio, son manchas que retraen las políticas sanitarias del urbanismo, abriendo un escenario nuevo para el espacio público. En cierto sentido, el espacio ciudadano sujeto a las transformaciones de la economía de mercado condensa no sólo el accionar político que sostiene la lógica neoliberal sino también la nueva relación que el pueblo (resignificado como sujeto populista a partir del peronismo) entabla con la ciudad.4 De esta manera, las fronteras internas que se esfuerzan por mantener distantes los exabruptos sociales del neoliberalismo operan como bordes públicos que permean las desigualdades y muestran los síntomas de una estructura que amenaza con derrumbarse. Así, el diseño urbano de Buenos Aires se muestra atravesado por las diferencias socioeconómicas [End Page 84] marcadas por la lógica del capitalismo tardío; las zonas privilegiadas donde la arquitectura burguesa se...

pdf

Share