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  • Teatro breve y brevísimo en el sur andino
  • Andrés Eichmann Oehrli

Los más recientes hallazgos1 de teatro breve en el sur andino corresponden en su mayoría a las ciudades de La Plata (hoy Sucre) y Potosí, junto con algunas piezas localizadas en el seminario de San Antonio Abad del Cusco2 y una en la ciudad de La Paz. En su conjunto, estos materiales ponen de manifiesto una sociedad surandina familiarizada con los diversos registros y códigos teatrales del Siglo de Oro, hasta el punto de no sólo conocerlos sino, al igual que ocurría en centros conocidos de producción literaria, de complacerse en su revitalización como se verifica en el caso de las parodias. Asimismo puede afirmarse que algunas de las obras conservadas constituyen propuestas novedosas.

“Comedia de la más constante Inés y el Hipólito de Casalia”

Una pieza en la que se aprecian la presencia y cultivo de los géneros teatrales es la “Comedia de la más constante Inés y el Hipólito de Casalia,” conservada en forma manuscrita en el Fondo Documental Histórico de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca.3 Con tan solo 34 versos, la centésima parte de lo habitual, constituye ni más ni menos que una parodia de comedia de capa y espada si se tienen en cuenta los motivos y acciones que en ella se esbozan. Véase aquí un despliegue de su argumento:

El protagonista, Hipólito de Casalia, está enamorado de doña Inés. Es norma que se le compliquen las cosas al amante porque se le opone, cuando menos, un rival. Pues bien, los amores de Hipólito se ven estorbados por dos rivales. En el comienzo de la primera jornada se enfrenta con uno de ellos y lo mata de una estocada. Las consecuencias inmediatas son un alboroto que se produce en la calle, el desmayo de doña Inés y la persecución de Hipólito por parte de la justicia. Pero Julio, el criado, espera al amante en un lugar ya convenido para tal eventualidad. En la segunda jornada es la ausencia de Hipólito la causa de la muerte del otro rival. De haber estado presente, tal vez se habrían aclarado algunos sucesos, con lo que se hubiera evitado la desgracia. Pero el desdichado muere. De ello se entera Hipólito por un billete que su amada, la muy constante Inés, le hace llegar desde el lugar de los hechos. [End Page 57] El acontecimiento resulta providencial para Hipólito, ya que queda eliminado otro obstáculo que impedía sus propósitos. A partir de la recepción de la carta, Hipólito ve la posibilidad de volver a la ciudad, a la que se dirige con la intención de ver a Inés, y se despide de un personaje de poco relieve en la trama argumental llamado Frontinán. En la tercera jornada se llega al final feliz: la Justicia ya no persigue a Hipólito y los padres de Inés le han dado gustosos su placet para el matrimonio.

La obra es un auténtico caso extremo que exige, tal vez en mayor medida que ningún otro, el cumplimiento de una de las condiciones generales de todo espectáculo teatral: para que tenga sentido es necesaria la complicidad del público, la cual sólo se produce si el lenguaje teatral es inteligible para el espectador común. En los versos finales, Hipólito reclama:

Aquí tiene fin dichosola gran comedia nombradade la más constante Inésy el Hipólito de Casalia,y por otro título esLa brevedad sin sustancia.

(29-34; el énfasis es mío)

El Sainete intitulado “La brevedad sin sustancia”: comedia de tres actos con loa, sainete, entremés y tonadilla recoge esta pieza junto con las otras 22 de una fiesta teatral, todas ellas parodias. La primera didascalia indica lo que el anónimo autor considera esencial para la puesta en escena, ya que todo farandulero sabe que es preciso atender a detalles sin los...

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