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  • Médicos escritores en España, 1885-1955. Santiago Ramón y Cajal, Pío Baroja, Gregorio Marañón y Antonio Vallejo Nájera by Alfredo J. Sosa-Velasco
  • Matte Zubiaurre
Sosa-Velasco, Alfredo J. Médicos escritores en España, 1885-1955. Santiago Ramón y Cajal, Pío Baroja, Gregorio Marañón y Antonio Vallejo Nájera. Woodbridge: Tamesis, 2010. 219 pp.

Los objetivos del libro de Alfredo J. Sosa-Velasco son claros: se trata de estudiar las "representaciones metafóricas de la enfermedad [o, para ser más precisos, del cuerpo enfermo] en los médicos y escritores Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), Pío Baroja (1872-1956), Gregorio Marañón (1887-1960) y Antonio Vallejo Nágera (1888-1960). Como sostiene el resumen inicial del libro, "por 'médicos escritores' el autor entiende aquéllos que intervinieron en la política española usando teorías científicas para construir discursos raciales, sexuales y patológicos sobre la identidad nacional". Las herramientas empleadas para este análisis, nos dice el mencionado resumen, son "[el] psicoanálisis, [las] teorías postcoloniales, [y las teorías] de género y queer". Según el autor, estos instrumentos gnoseológicos nos permiten exponer "una visión negativa de la nación española que aplica conceptos patológicos para desacreditar y rechazar todo aquello que no encaja con el ideal castellanocentrista de la españolidad".

Médicos escritores en España, 1885-1955... dedica el grueso del libro al periodo conocido comúnmente como "La Edad de Plata", el cual cubre el primer tercio del siglo XX, desde el advenimiento de éste hasta el final de la Guerra Civil española. De los cuatro capítulos, los tres primeros están dedicados a esta época, y sólo el último, sobre Antonio Vallejo Nájera, se adentra en el siniestro panorama médico y psiquiátrico de la dictadura franquista. Alfredo J. Sosa-Velasco ha sido capaz, con esta particular distribución del libro, y con la inclusión en éste del último capítulo, de trazar un puente que une las reflexiones prebélicas sobre la nación y su presunta salud o enfermedad, a las consideraciones [End Page 149] que la identidad nacional sugiere en la obra de un psiquiatra del franquismo. Ese puente es de particular importancia, porque suelen estudiarse estos dos periodos de la historia española como entes separados, cuando son muchas las ideas que se trasladan con facilidad, muchas veces insospechada, de un periodo a otro. Por ejemplo, no solamente el concepto de la nación como cuerpo enfermo, concepto que, muy bien señala y en muchos sentidos "descubre" Sosa-Velasco, sino también la enquistada misoginia "médico-científica" se encuentran ya representados en los años de la Segunda República.

La figura del intelectual científico Santiago Ramón y Cajal, por ejemplo, tan ensalzada por el premio Nóbel, es exclusivamente masculina, y también, a la postre, lo es la patria. Como apunta certeramente Sosa-Velasco, "para Cajal, la patria es la familia y la historia de sus miembros, y la nación el espíritu de esa comunidad. No obstante, esta comunidad es puramente masculina, al estar compuesta solamente por investigadores científicos, en la que 'el arquetipo viril' [...] moldea los comportamientos de los hombres y mujeres de la nación" (41). Ese "arquetipo viril" permea todo el pensamiento Cajaliano, no solamente sus obras de madurez y de vejez dedicadas a adultos y oportunamente mencionadas y analizadas por Sosa-Velasco — Recuerdos de mi vida; Cuentos de vacaciones; Reglas y consejos sobre investigación científica (Los tónicos de la voluntad); Charlas de café. Pensamientos, anécdotas y confidencias; El mundo visto a los ochenta años. Impresiones de un arterioesclerótico —, sino también en la obra Cuando era niño: La infancia de Ramón y Cajal contada por él mismo, con la que intenta insuflar en la población infantil su concepto, tan entusiasta como severo, de patriotismo. En ese librito, Cajal hace gala de la admiración profunda que le inspira su padre, bajo cuya rígida...

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