Abstract

A partir de las renombradas “Palabras a los intelectuales” (1961) pronunciadas por Fidel Castro en la Biblioteca Nacional José Martí y la creación de una red de bibliotecas estatales, la biblioteca en Cuba se transformó en una esfera cultural saturada de ambigüedad ideológica. Por una parte, la biblioteca constituía el eje simbólico de las campañas de alfabetización y de lectura como núcleo catalizador del voluntarismo revolucionario y la imaginada solidaridad entre cubanos de distintas clases sociales. Pero la biblioteca también concretaba el escenario fundacional de la relación reiteradamente incierta entre el estado y los intelectuales y encarnada en la directiva “dentro de la Revolución todo; contra la Revolución, nada”. En este contexto, la representación de la biblioteca en la literatura y el cine de la época pos-soviética re-escenifica inconclusos debates entre la libertad de expresión y el contrato social. Valiéndose de conceptos de Foucault, de Certeau, y Benjamin, este análisis demuestra que la reciente producción cultural cubana revigoriza la biblioteca como espacio de negociación ideológica en una época de expectativas precarias y reactiva conversaciones culturales sobre la clase social y la democratización; la propiedad cultural individual o colectiva; y el ideal revolucionario de la inmersión ciudadana en la vida cultural.

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