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130______________________________________________CRISTIAN SANCHEZ es natural y hasta deseable; cuanto más pronto mejor". "Matamos porque la vida, la nuestra y la ajena, carece de valor". "Morir y matar son ideas que pocas veces nos abandonan". Lo trágico de la historia de Bajo el Volcán es este doble sentido de la muerte, esta oposición de la muerte temida y la muerte indiferente, que enfrenta dos culturas, dos modos de ser. A la oscura insignificancia de un morir callado, el ex-cónsul opone su acercamiento temeroso y trascendente. Se muere sí, pero para acceder a otra cosa que un cadáver vejado a la salida de un burdel, se muere para simbolizar lo que se es, un hombre y lo que no se es, un Dios. Así, parafraseando a Hegel podemos decir que "el hombre muere pero la muerte del hombre es el devenir de la divinidad". AMORQUE MATA (Bolwieser, Rainer W. Fassbinder, 1 976) Ambientado en 1930 en una villa Bávara, es un melodrama sobre la destrucción de un hombre, Xavier Bolwieser, por su mujer Hanni, basado en la novela de Oskar María Graf, Bolwieser. Fue rodada en 16 mm y tuvo una duración original de tres horas. La versión fílmica, ampliada a 35 mm., salió a la luz a raíz de la muerte de Fassbinder en 1982. El título en español, Amor que mata, ¿es un acierto de los distribuidores? Si el amor no mata no sé que hace. ¿No desean los amantes precisamente que el amor sea a muerte a condición de nada? ¿Medíante qué catarsis podría eliminarse la pulsión tanática del amor? Por lo demás, es bien probable que en su origen Eros y Tanatos no sean más que uno. Reduccionismo metafísico caro a Plotino, se dirá. Todo emana del uno, monismo facilista, sí, pero sobre todo afirmación de los dos principios como punto de partida de la vida, o afirmación de la vida hasta en la muerte, como quería Bataille, o como dice Fassbinder a propósito de El Diablo probablemente de Bresson, "Sólo quien acepta la idea de la muerte sabe como vivir la vida", idea hegeliana por excelencia, la muerte como motor de la vida. "La muerte es lo más horrible que existe. Perseverar en la muerte es lo que más valor exige" (Hegel). Fassbinder, lo quiere ya la leyenda, trabajó hasta matarse, se mató trabajando. Se dejó vampirizar por el cine. "¿Si no estoy rodando qué hago?" decía... Fassbinder estrujó la vida hasta su esencia, hasta la imagen. En el cielo cinematográfico o mejor en la pantalla celeste Fassbinder se me figura un Sísifo desencantado que afirma su rencor, su rabia en lo desmesurado, en lo antiestético, en lo no apolíneo. Dionysos crispado expresa la angustia de nuestro tiempo. El objeto, la mercancía, lo corrupto, el mal es su obsesión pero no su héroe. No glorifica los fetiches de nuestra civilización, los zahiere, los despedaza. Mundo pulsional. Lo que se escenifica son las pulsiones degradadas, prohibidas o abyectas. Mecanismo teatral centrípeto de sus puestas en escena. Diálogos inteligentes, irónicos, corro- COMENTARIOS SOBRE FILMES_____________________________________13J sivos. Todos estos rasgos de su estilo están en Amor que mata, que gira alrededor de un centro único, Hanni, en la interpretación contenida y sensual de Elizabeth Trissenaar. Su voz baja y metálica es pura ondulación, música de verdad. Hanni recuerda la fascinante estirpe de heroínas de Bataille: Madame Eduarda, La Eponine de El cura C, la madre de Mi madre y la Dirty (Dorotea) de Azul del cielo, que era el último proyecto de Fassbinder cuando murió. La Hanni de este Amor que mata, con sus acentos trasgresores y sádicos, con su exacerbada vehemencia erótica, con su inagotable sed de abyección, plantea cuestiones que van mucho más allá de su mera figura. Al menos escapa al sicologismo melodramático que es la cascara de la obra. Sus determinaciones, sus efectos o afectos habría que buscarlos en las representaciones primitivas que...

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