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AREAS CULTURALES EN LA MODERNIDAD TARDÍA ANA PIZARRO~ Santiago de Chile La tardía modernidad latinoamericana ha significado, para nuestra definición disciplinaria, una serie de transformaciones que tienen que ver centralmente con un cambio epistemológico en el objeto de estudio y, por lo tanto, en las perspectivas y métodos de asedio. También ha significado unatransformación, apartir de este cambio epistemológico, de la organización disciplinaria de las áreas que diseñan parte importante de la multiplicidad del continente. Por otra parte, estas áreas están experimentando en la modernidad tardía los efectos de la propia dinámica de esta forma de la modernidad en la periferia. Nos queremos referir, en nuestra respuesta a Nuevo Texto Crítico, tanto a la situación actual de la transformación de las áreas culturales en la modernidad tardía como a algunas consideraciones al futuro que de allí se desprenden. La situación cultural de la modernidad tardía en América Latina El período que inicia la tardía modernidad latinoamericana se abre en los años sesenta. En este sentido, su apertura coincide con el cambio que se da también a nivel internacional. Es que América Latina, a nivel cultural, ha adquirido un mayor equilibrio en términos de su fundamental discronía respecto de Europa y en general del primer mundo - equilibrio acentuado a lo largo del siglo y observable desde sus inicios: Ángel Rama había señalado respecto del momento de las vanguardias del comienzo de siglo XX que por primera vez se ponían a la hora los relojes transatlánticos. Estábamos, en efecto, en el ámbito de laprimera revolución de las comunicaciones del siglo y los espacios, ya desde el siglo anterior, con el tren, la bicicleta, ahora con el avión, la radio, el telégrafo, comenzaban a relativizarse. Así, por ejemplo, el primer Manifiesto Futurista de Marinetti, que aparece en 1909 en París, se publica a los pocos meses en traducción en La Nación de Buenos Aires. Los años sesenta son un momento en queAmérica Latina estámayormente inserta en el ámbito internacional - siempre en su carácter de periferia, desde luego,© 2000-2001 NUEVO TEXTO CRITICO Vol. XHI-XIV No. 25/28 148___________________________________________________ANA PIZARRO marchando como puede al paso de sus demandas. Pero, al mismo tiempo, América Latina tiene en el período un desarrollo histórico y cultural propio, cuyo perfil incorpora elementos tanto de este espacio internacional como del regional, en diferente dinámica y con específicas relaciones. Estas no son sólo económicas o políticas, sino también sociales, de constitución de lo imaginarios colectivos, de la comunicación, de la conformación general del mundo simbólico. Es un momento en que diríamos, con el lenguaje de hoy, que se establecen redes globalizadoras, pero a partir de los movimientos no hegemónicos: los sociales en América Latina, los de descolonización en África, los anti-neocoloniales en Asia —como en el caso de Vietnam—, o el Movimiento por los Derechos Civiles en los Estados Unidos. En el siglo veinte, América Latina comienza, desde las vanguardias, a construir sus modelos literarios y culturales propios, capaces de constituir ya referencias dentro de su ámbito. Esto, desde luego, no significó desplazar a las grandes voces del exterior: principalmente los franceses—con Zolay los naturalistas a partir del siglo diecinueve, y, en algunos casos de narrativa, con Maupassant— y los norteamericanos —con Poe y, más tarde, Faulkner. En particular, la escritura realista permeó los regionalismos de todo tipo en la zona hispana y en el Brasil — también referido al exterior, aún cuando tiene su gran modelo en el siglo XIX con Machado deAssis. Pero la escritura latinoamericana fue entrando en la modernidad del siglo veinte enunproceso deautoafirmación, de"búsquedade expresiónpropia", de acuerdo a la clásica expresión de Henríquez Ureña, generando una narrativa de intereses regionales. Esto no solamente se dio en la literatura y, especialmente, la poesía, con Neruda o Mario de Andrade, entre otros, sino...

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