Poetas Veracruzanos

Se reúne dentro de este muestrario de poetas mexicanos una pequeña selección de seis autores veracruzanos nacidos durante diferentes etapas del siglo XX. La primera sorpresa que salta a la vista es la diversidad de temas, estilos y preocupaciones frente al fenómeno de la escritura literaria.

Ramón Rodríguez nació en 1925 en la Córdoba veracruzana. Poeta, traductor, epigramista, periodista y filósofo. Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México y fue profesor tanto en el Ilustre Instituto Veracruzano como en la Facultad de Periodismo del puerto de Veracruz. Durante más de una década colaboró como periodista en el diario El Mundo de Córdoba. Fue miembro fundador del consejo editorial de la revista universitaria La Palabra y el Hombre y ha trabajado en distintas épocas dentro de la actividad editorial de la Universidad Veracruzana; fue consejero de las Ediciones Papel de Envolver y de la revista Graffiti.

Gracias a sus largos silencios, ha ido decantando un estilo propio, inusual entre los de su generación. Unió espíritu clásico e innovador en Ser de lejanías, su primer libro, pues puso, junto a sonetos, sus "Apuntes para un blues" que, de hecho, proponía un poetizar diferente. En Cuartel de invierno, su segundo libro, desaparecieron por completo los modelos canónicos y su expresión alcanzó voz propia y propuesta estética, con ligas de la balada inglesa, la vanguardia «imaginista» y con la que propusieron los poetas sucesores de la Generación Beat norteamericana:

hablo según recuerdo
días dispersos que escapan hacia atrás lejos
hablo de cosas de la tierra y del agua
de imaginaciones del viento
de la gracia y del gozo
hablo de la noche.

Su tesis poética bien puede resumirse así:

Poesía
candil de oro de la calle
oscuridad de tu casa vacía.

En su siguiente libro, Old Fashion Blues, abrió el abanico de Madamme Mallarmé, liberó su espuela y consumó el estilo que había apuntado años antes en Así hablaba Carasucia. Su texto "La mujer como idea, como deporte y como necesidad" lanzó su golpe de dados:

Francesca
¡ . . . digo que si puedes despegar de tus muslos
una de las orejas de Paolo
dile que en la última vuelta
acaban de romper un antiquísimo récord!

Jorge Brash nació en Xalapa en 1949. Además de poeta, ha sido traductor y editor en algunas instituciones culturales del país, como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Secretaría de Educación Pública, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Veracruzana, donde en la actualidad dirige la revista La Palabra y el Hombre. Colaboró en la mesa de redacción de la revista Vuelta, que fundara y dirigiera Octavio Paz.

Su obra poética se ha singularizado por abrevar en las fuentes clásicas: es intimista y ha ido en franca evolución hasta conseguir una expresión estilística personal, más libre cada vez, al mismo tiempo que cada vez más clásica. Esta madurez parte, sin duda, de las obras que ordenó en Incendio de voces (1983), Danza inútil del agua (1985), en Lluvia de enero (1986) y en los refrendos que hiciera, corrigiéndose siempre, a la manera del dictado de Valéry, en Persistencia del agua (1992). De su estudio de las formas cultas ha pergeñado baladas, madrigales, odas, décimas, glosas, sonetos e, inclusive, silvas y zéjeles, cuya temática primordial es el amor, en soledad o en cumplimiento.

Libro cernidor, contenido y muy original es A la mitad del puente. [Poesía 1992-1994]:

Sobre el dorso del tiempo,
no ver atrás ni al frente,
escuchar el murmullo,
sentirlo crepitar entre los dedos
y en seguida perderlo
como se pierde el paso
entre el agua y la arena.

Brash ha sido, como Ramón Rodríguez, poeta de varias evoluciones. En la versión última de su...