Abstract

Cuba derives much of its national identity from its (fulfilled) commitments to social rights. Among these are achievements in the areas of gender equality, as well as reproductive and maternal health, which are extraordinary given the country's level of development, current economic circumstances, and persistence of traditional cultural norms. This article argues that many of the gains in these areas can be attributed to the Federation of Cuban Women (FMC) and its ability to mobilize political resources in the constraints and context of the Cuban regime. In particular, the FMC has benefited from UN commitments to women's rights and the international feminist networks that support them. Global human rights declarations and covenants have provided the FMC with avenues for strategically reframing revolutionary, socialist goals as human rights concerns. Because the human rights frame fits with broader nationalistic goals, the state has proved amenable to gender-based social change. The research presented in this article is the product of fieldwork in Cuba and contributes to debates concerning the ability of insider political groups to negotiate an alternate agenda, in addition to debates about the study of public policy (in particular, issue framing) outside of liberal democracies.

Abstract

Cuba define su identidad nacional en gran parte vinculada a sus logros en el campo de los derechos sociales, que incluyen logros en cuanto a igualdad de género, y también salud reproductiva y materna, los cuales son impresionantes en el contexto del nivel de desarrollo, circunstancias económicas y costumbres tradicionales del país. Este artículo sostiene que estos grandes éxitos pueden atribuirse a los esfuerzos de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y su capacidad de movilizar recursos políticos dentro de las posibilidades y limitaciones del régimen. Por otra parte, la FMC se ha beneficiado de acuerdos globales de las Naciones Unidas en cuanto a los derechos de la mujer y del apoyo de redes feministas internacionales. Declaraciones globales de derechos humanos han servido a la FMC para estratégicamente reenmarcar las metas revolucionarias y socialistas como derechos humanos; y ya que el marco de derechos humanos encaja con las más amplias metas nacionalistas, el estado es sensible al cambio social en base a género. La pesquisa presentada en este artículo es el resultado de un trabajo de campo llevado a cabo en Cuba y es una contribución al debate sobre la capacidad de grupos políticos internos de negociar una agenda alternativa, y además al debate sobre el estudio de enmarcar políticas en la esfera pública cuando el régimen no sea una democracia liberal.

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