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UN TAL LUCAS Y PARADISO: ENTRE NOVELAY ANTI-NOVELA por Roberto Pinheiro Machado University of Washington EL objetivo de este ensayo es analizar las obras Un tal Lucas (1979), del argentino Julio Cortázar, y Paradiso (1966), del cubano José Lezama Lima, desde el punto de vista genérico a través de los conceptos de novela y antinovela . Como veremos, ambas obras reflejan la tendencia al irracionalismo propia del carácter vanguardista en que se desarrolla la anti-novela. Sin embargo , mientras la primera se establece como perteneciente a esta categoría a través de su relación con la estética del absurdo, la segunda se inscribe en ella por pertenecer a una poética originativa distinta de la que proviene la novela tradicional. En Kinds of Literature: An Introduction to the Theory of Genres and Modes (1982), Alastair Fowler escribe acerca del desarrollo histórico de la novela hacia la anti-novela: With modernism, more extreme antithesis begins. A good example of the consistent antinovel is Joyce’s Ulysses. (...) From our present standpoint, Ulysses seems a paradigmatic work, which novels by Beckett, Barth, and Pynchon follow and to some degree resemble. Moreover, Ulysses itself may fairly be said to resemble the much earlier antinovel paradigm Tristram Shandy – as, for example, in its approach to temporal scale, its narrative discontinuities, and its use of associational transitions (Fowler: 118). De la misma forma que el vanguardismo de Ulysses representa una continuaci ón del carácter anti-novelístico de Tristram Shandy, el de Un tal Lucas, a su vez, puede ser visto como una continuación de las propuestas de innovación 115 formal de Ulysses y de la trilogía de Samuel Beckett Molloy, Malone Dies y The Unnamable (1955). Como afirma Juan Antonio Masoliver Ródenas, Un tal Lucas es, juntamente con Alguien que anda por ahí (1977), “el libro menos comentado y más negativamente criticado de Julio Cortázar” (Masoliver Ródenas: 541). Su recepción por la crítica puede ser explicada por su carácter esencialmente excéntrico. De hecho, Peter Standish ha calificado a Un tal Lucas de “eccentrically autobiographical” (Standish: 13), lo que parece bastante correcto cuando nos percatamos de las complejas conexiones existentes entre Cortázar y Lucas, este último funcionando en muchos momentos como alter ego del autor. Publicado en 1979, Un tal Lucas se ubica entre la aparición de Territorios (1978) y Queremos tanto a Glenda (1980). El primero es un libro donde la importancia de las artes visuales es notoria, y el segundo constituye la penúltima colección de cuentos. Su difícil ubicación en un género específico apunta hacia el carácter vanguardista de Un tal Lucas, situado en una fase de la producci ón de Cortázar en la cual el autor añade a la forma tradicional de la colección de cuentos los llamados “misceláneos”. Su primer y segundo libros rotulados bajo esta denominación son, respectivamente, La vuelta al día en ochenta mundos (1967) y Último Round (1969). La calificación de Un tal Lucas como misceláneo no es correcta porque difiere de los libros definidos como tales. A diferencia de La vuelta al día en ochenta mundos y Último Round, Un tal Lucas no presenta dibujos o fotografías, poemas que se mantengan por sí solos sin que estén incluidos en algún capítulo donde la prosa es la forma central de escritura, o narraciones totalmente inconexas con la totalidad de la obra y que difieran entre sí en tema. Así, la inclusión en la categoría de “híbrido” o “misceláneo” no parece adecuada para este volumen que, además, está unificado temáticamente por el absurdo.1 Un tal Lucas posee una estructura no ortodoxa que permite presentar el absurdo “en acto”.2 En ella, el lector se descubre en medio de un mundo totalmente irracional donde las categorías de tiempo y espacio no se desarrollan linealmente, y la yuxtaposición Cortázar/Lucas como protagonista crea la indeterminación en una realidad ininteligible. Esta indefinición es una de las características fundamentales...

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