Abstract

The new geography of mining in Latin America extends open-pit mining to rural Mexico, with drastic impacts on land, water, and other livelihood resources of peasant societies. This study shows how a Canadian mining company gained access to the land and water resources it needs to operate the Peñasquito mine in northern Zacatecas, how it defused subsequent peasant protest, and acquired great mineral wealth in exchange for minimal compensations to local communities. The role of state agents in brokering negotiations and in interpreting the resulting agreements was particularly significant. Researchers should examine the tactics mining companies use to obtain land and water and to silence peasant protest, as these underlie a broader process of unequal economic and ecological exchange between core and periphery.

Abstract

La nueva geografía de la minería de tajo a cielo abierto en América Latina se extiende al México rural, con efectos drásticos sobre la tierra, el agua y otros recursos de subsistencia de las sociedades campesinas. Este estudio muestra cómo una empresa minera canadiense ganó el control de la tierra y agua necesaria para operar la mina Peñasquito en el norte de Zacatecas; cómo desactivó las protestas campesinas posteriores, y como ha logrado tomar grandes volúmenes de riqueza mineral a cambio de compensaciones minúsculas a la sociedad local. El papel de los agentes del Estado en la negociación y la interpretación de los contratos legales resultantes es particularmente significativo. Los investigadores debieran examinar las tácticas que las corporaciones mineras utilizan para tomar territorialidades campesinas y acallar la protesta campesina, porque éstas dan forma a un proceso más general de un desigual intercambio económico y ecológico.

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