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Reviewed by:
  • Baroque Horrors: Roots of the Fantastic in the Age of Curiosities
  • Conxita Domènech
Castillo, David R. Baroque Horrors: Roots of the Fantastic in the Age of Curiosities. Ann Arbor: U of Michigan P, 2010. Pp. 177. ISBN 978-0-472-11721-5.

Ya en el prefacio, David Castillo asegura que Baroque Horrors es una auténtica galería de horrores compuesta de colecciones heterogéneas, de noticias sensacionalistas, de historias folclóricas y de viejas leyendas. Los textos tratados por Castillo pertenecen al Siglo de Oro; no obstante, el autor se afana en conectarlos con obras posteriores de diversos campos: películas como The Cavern, discursos políticos como el de José María Aznar en la Universidad de Georgetown, libros de ficción como Frankenstein y exhibiciones como "Body Worlds". Todo ello se entrelaza perfectamente, y a la vez se une con trabajos de crítica literaria. Castillo reproduce un verdadero gabinete de curiosidades en el que se muestra la fascinación de la época por la monstruosidad.

El propósito de este espectáculo macabro no era únicamente propagandístico y pedagógico, sino que además intentaba mostrar la variedad producida por la creación divina, que no estaba exenta de portentos maravillosos y de extrañas criaturas. El Barroco se convierte así en "una era de monstruos", términos que el autor toma prestados de Elena del Río Parra: un período de hombres con dos cabezas, de ruptura de la armonía, y también del exceso que aparece en Luis de Góngora, Francisco de Quevedo y muchos otros autores de la época. No se olvida de Miguel de Cervantes, María de Zayas, Julián de Medrano ni Cristóbal Lozano, a los que dedica los capítulos de su libro. Aunque es cierto que se ocupa de todos ellos, no es su intención ofrecer una visión panorámica, ni tampoco sacar conclusiones generales sobre el tema del horror en el Siglo de Oro. Muy al contrario, Castillo extrae la monstruosidad individualmente y se pregunta cómo funciona en cada caso para llegar a las raíces de lo fantástico, como manifiesta en la segunda parte del título de la obra: "Roots of the Fantastic in the Age of Curiosities".

Castillo abre el primer capítulo con los Wunderkammern o gabinetes de curiosidades, y explora las diversas maravillas literarias que se muestran en ellos. Brinda especial atención a una obra poco estudiada de Medrano, La silva curiosa, donde aparecen algunas de las escenas más sensacionalistas de la época. Medrano muestra un espectáculo macabro de muertes grotescas, y conduce al lector por un viaje en el que el jardín renacentista se transforma en un desierto colmado de "lápidas, escriptas, estatuas, ídolos, columnas … rompidos y cubiertos de moho" (61).

El segundo capítulo comienza con las Novelas ejemplares de Cervantes y concluye con El jardín engañoso de Zayas. Aunque la ejemplaridad de la colección de Cervantes reside en las ambigüedades, las contradicciones y los silencios, se espera que con el final de la obra, o sea, con El casamiento engañoso y El coloquio de los perros, se llegue a una especie de esclarecimiento. [End Page 366] Pero no es así, y lo que cuenta es la propia interpretación, como también sucede en El jardín engañoso.

Castillo no abandona a Zayas, y continúa en el tercer capítulo con los Desengaños amorosos. En cada novella de la colección, el lector, transformado en voyeur, entra en una mansión aristocrática donde reinan la violencia y la tortura. Junto a las mujeres, los muros se convierten en los protagonistas. Estos muros tienen la capacidad de encerrar a las mujeres y hasta de matarlas al caérseles encima. La sensación claustrofóbica esconde el lado oscuro de una aristocracia obsesionada por el código del honor y por la limpieza de sangre, pero que a la vez se deleita con imágenes macabras.

En el último capítulo, Castillo explora el mito nacional y el enemigo religioso en La cueva de H...

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