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EL CANTAR DE MIO CID: LOCUS GEOGRÀFICO Y FUNCIÓN SOCIAL Óscar Martín Yale University A pesar de la ingente bibliografía sobre la materia cidiana, el público para el que se compuso y entre el cual se difundió la versión del cantar que nos ha llegado, puesta por escrito en 1 207, sigue siendo un aspecto enigmático. A este respecto, varios son los factores que se pueden aducir: la tradicional concepción de la épica como un género popular y nacionalista ha distorsionado el hecho de que los poemas épicos son productos artísticos e ideológicos restringidos social y geográficamente. A ello se le une, en el caso específico del Cantar de mio Cid (CMC), el desconocimiento de la adscripción geográfica del poema1 , la desconocida tradición manuscrita que enmascara la difusión y posibles fuentes del manuscrito y el desacuerdo sobre la función del CMC. En este trabajo trataré algunos de estos problemas, enfocándome, sobre todo, en el anclaje geográfico de la versión del cantar que nos ha llegado; es decir, en el espacio geográfico en el que, creo, se pudo difundir el CMC. Este espacio geográfico, sin embargo, va ligado a las funciones sociales que se le otorgan a éstas, pues son generadas y transmitidas en redes sociales de poder que las producen y entre las que se difunden; es decir, ocupan a la vez un espacio social, sintetizado en lo que Gabrielle Spiegel llama the "Social-logic of die texts" (1990; 1993, 9). A la hora de estudiar esta posible difusión geográfica y social me gustaría partir de que la versión del cantar que hoy tenemos se gestó 1 Entre las posibles zonas de difusión del cantar, véanse entre otros Catalán 1985; Duggan 1 989 y Rico 1 993 que consideran que existió un ámbito de difusión primigenia en la Extremadura castellana. Georges Martin 1994b habla de la importancia de la Extremadura navarro-aragonesa; Colin Smith ( 1 980 y 1 983) defiende el ámbito burgalés. La corónica 33.2 (Spring, 2005): 127-35 128Oscar MartínLa corónica 33.2, 2005 posiblemente en torno a 1200 y fue puesta por escrito en 1207.Considero a la vez que esta version está relacionada por acopio, y por reacción, con una tradición cidiana precedente no estrictamente épica que abarca materiales historiográficos y legendarios. A la vez, hay que suponer que en ella hay ecos y aspectos formales, de una tradición épica vernácula sobre el Cid anterior al CMC* cuya naturaleza oral ha sido estudiada por Matdiew Bailey (2003).4 Parte de este trabajo tratará de marcar, por lo tanto, la especificidad geográfica de la versión del cantar que nos ha llegado, la cual está relacionada con Ia difusión geográfica y social. Esta versión se encuentra, a la vez, disociada del grueso de la tradición cidiana previa, tanto de la supuesta tradición épica que desconocemos, gestada posiblemente en diferentes núcleos geográficos como en los textos cidianos no épicos, aunque de carácter performativo y fácilmente adscribibles a la función ideológica de la épica. Esta disonancia geográfica creo que es relevante para atisbar un principio de solución sobre el momento de producción y difusión de la versión del cantar que nos ha llegado, y quizá ayude a comprender la primitiva función social hacia 1200, y la que adquiere tras 1207 una vez puesta por escrito. Hablar de la tradición anterior al poema es, sin embargo, problemático pues tenemos todavía un conocimiento muy inexacto de la misma. En primer lugar, porque hay ciertas líneas de esta tradición de la que desconocemos casi todo. Por ejemplo, la tradición épica mencionada anteriormente de la que no conocemos su contenido; en segundo lugar, la tradición cardeñense, imprecisamente conocida, en la que habría leyendas e historiografía,1' y en tercer lugar la historia - Para ello contamos con el año 1 207 expuesto en el...

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