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366ReviewsLa corónica 31.2, 2003 Wright, Roger. El Tratado de Cabreros (1206): Estudio sociofilológico de una reforma ortográfica. London: Department ofHispanic Studies Queen Mary and Westfield College, 2000. 130 pp. ISBN 0-904188-59-0 Roger Wright es una de esas escasas figuras intelectuales capaces de dar nueva vida a una disciplina (en este caso, la lingüística románica) que vive una existencia casi crepuscular (en expresión de John Green de la que tanto gusta el propio Wright). La propuesta disciplinaria que hace en este libro, la sociofilología, es la etiquetación de la práctica lingüístico-histórica que el autor lleva desplegando desde hace ya un par de décadas, y que es producto de una amplia concepción del lenguaje y de la superación de peligrosas dicotomías tales como lingüística interna versus externa y diacronia versus sincronía. Concretamente, en esta monografía Wright aprovecha la presentación de los textos del Tratado de Cabreros de 1 206 para iniciar la reconstrucción de la política lingüística de la cancillería castellana en el siglo trece. El tratado fue firmado entre los reyes de León y Castilla en un contexto histórico en que se intentaba reducir las disensiones entre los reinos cristianos peninsulares. Se trata del más antiguo documento cancilleresco escrito en romance (al menos de los conservados). En el capítulo 1, "Habla y escritura antes de 1200" (10-33), Wright ofrece una síntesis de su ya bien conocida teoría sobre la configuración lingüística de la Península Ibérica hasta el siglo trece: el monolingüismo complejo. Los textos producidos en ese período siguiendo las pautas ortográficas latinas no serían sino el modo natural de representar las hablas iberorromances. Los letrados no tendrían conciencia de hallarse ante dos sistemas lingüísticos diferentes, y los analfabetos podrían entender casi cualquier texto siempre que fuera pronunciado con fonética romance y no latina. Ilustra Wright esta idea con dos ejemplos: uno del siglo diez (un documento de venta del monasterio de Sahagún) y otro del siglo doce (un fragmento del testamento del canónigo de Santa María de Salamanca). En cada caso, propone una transcripción fonética que reflejaría aproximadamente la pronunciación romance con que aquellos textos se habrían leído en alto, y que los habría hecho comprensibles para cualquier hablante de iberorromance. Esta armonía entre habla y escritura fue rota por la reforma de la lectura del latín que, por un lado, hizo incomprensibles los textos para los no letrados, y por otro, quebró la conciencia de unidad lingüística anterior dando impulso a la creación de una ortografía que representara la lengua La corónica 31.2 (Spring, 2003): 366-69 Reviews367 hablada. Pocas novedades introduce Wright en esta ocasión a su ya conocida tesis: continúa atrincherado en su excesivo fonocentrismo e ignora (obviamente, escoge ignorar) las objeciones que, con evidencia sintáctica, le han hecho algunos de sus más queridos críticos (Robert Blake, Ángel López García o Thomas J. Walsh). El capítulo 2 (34-77) contiene los textos del Tratado de Cabreros en versión paleogràfica. Wright presenta primero la versión de la cancillería castellana, conservada en el Archivo de la Corona de Aragón, y después la de la cancillería leonesa, conservada en la Catedral de León. A cada texto añade Wright una explicación detallada del estado y apariencia del pergamino así como de las estrategias de transcripción por él seguidas para reflejar las convenciones ortográficas de los escribas. Finalmente, la tercera sección del capítulo ofrece una presentación de ambos textos en paralelo, línea por línea. En el capítulo 3, "La ortografía reformada" (78-98), Wright realiza un estudio comparativo de las técnicas de representación ortográfica utilizadas por los equipos de escribas de las cancillerías leonesa y castellana en la preparación del tratado. Completa este estudio cotejando los...

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