Fiesta, espectáculo y teatralidad en el México de los conquistadores (review)

En los últimos veinte años se ha desarrollado un interés por analizar la esfera pú blica como el escenario teatral en donde se llevan a cabo las diversas tramas articuladas por los personajes que constituyen el gran "drama" de la cultura nacional. Así lo demuestran libros como el de Gustavo Geirola, Teatralidad y experiencia política en América Latina (1957-77) (2000); o el de Ingrid Geist, Procesos de esceni-ficación y contextos rituales (1996); Josette Féral, Acerca de la teatralidad (2003); Domingo Adame, Elogio del oxímoron: introducción a las teorías de la teatralidad (2005); Ileana Diéguez, Performance y teatralidad (2005); José Ramón Alcántara, Teatralidad y cultura: hacia una estética de la representación (2002); Humberto Maldonado Macías, La teatralidad criolla del siglo XVII (1992); o el de Alicia del Campo, Teatralidades de la memoria: rituales de reconciliación en el Chile de la transición (2004), para citar algunos.

Fiesta, espectáculo y teatralidad en el México de los conquistadores trata de seguir esa línea de los estudios culturales y tiene como objetivo estudiar la fiesta y el espectáculo durante las primeras cinco décadas del México de los conquistadores. El punto de partida para alcanzar dicho fin es el escrutinio de las Actas del Cabildo de México, así como el de algunas crónicas de Indias, destacando en ellos ciertos elementos de la "teatralidad" detectables en el ambiente colonial de la época, para luego explicar la formación de la actividad teatral que se da en la capital novohispana durante la segunda mitad del siglo XVI. La tesis principal del libro es que el teatro novohispano no surge de una manera espontánea, sino que se da como resultado de un ambiente urbano en donde la fiesta y el espectáculo aglutinan elementos propios de la actividad teatral. El autor ve la ciudad colonial como un escenario teatral, y sus calles, plazas y templos como un gran tablado en el cual se representaban los ritos, fiestas y ceremonias a través de los cuales se consolida una sociedad colonial en proceso de formación. El período que abarca este estudio va desde 1521, que marca la caída de México-Tenochtitlan, la capital del imperio mexica, hasta 1563, con la llegada de Martín Cortés a la ciudad de México, entendido este arribo como un punto culminante para la sociedad novohispana. Si bien el objetivo del libro es muy prometedor, al final el autor trastabilla y no logra alcanzar su propósito.

Fiesta, espectáculo y teatralidad se divide en cuatro capítulos y conclusiones. En el primer capítulo, "Teatralidad, fiesta y espectáculo", Ramírez trata de definir las bases de la aproximación teórica con que va a estudiar la teatralidad. Desafortunadamente, no consigue desarrollar su propuesta teórica y se limita a citar a autores que aborda solo superficialmente. Para Ramírez, quien sigue muy de cerca la definición que da Patrice Pavis en su Diccionario del teatro (1984), la teatralidad es "aquello que en la representación o en el texto dramático es específicamente espectacular y que no obedece a las palabras" (15). A partir de esta definición, Ramírez analiza la teatralidad social de la fiesta y el espectáculo novohispanos, poniendo un énfasis en la tradición española del siglo XVI como trasfondo cultural. Esto complica un poco su aproximación, pues en algunas ocasiones pareciera olvidar el contexto de la Conquista y la colonización de donde surgen las teatralidades analizadas. Como es de suponer, el público peninsular del teatro español del siglo XVI es totalmente distinto al de la ciudad de México del mismo siglo. Sin embargo, Ramírez parece olvidar esta...