In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • H.A.T. Y Onetti, la leyenda y la verdad
  • Jorge Ruffinelli

Ruffinelli: ¿Leías las críticas de cine que escribía Onetti?

Homero Alsina Thevenet: No sé, nunca leí crítica de cine de Onetti pero ahora que estamos preparando un número especial de Onetti [El País Cultural], en la cronología aparece una primera etapa mínima en que escribió algunas críticas de cine, ni me acuerdo para dónde —realmente para Crítica de Buenos Aires. Pero es que yo no lo sabía.

—Tú tuviste una relación de amistad muy cercana con Onetti

—Con Onetti es muy difícil tener una amistad y al mismo tiempo hablar en serio. Pero me acuerdo que un día me llamó de Madrid a Barcelona porque se había enterado del suicidio de Charles Boyer, y quería saber todo sobre esto —esto debe haber sido en el año setenta y ocho. Ocurre que Charles Boyer estaba casado con una actriz Paterson, casado de muchos años, treinta o cuarenta años de matrimonio tenía y un día ella falleció. Falleció de alguna enfermedad cualquiera. Él no pudo aguantar la soledad y se pegó un tiro. Curiosamente un hijo de Boyer también se había suicidado o se suicidó después. Entonces a Onetti le pareció una hermosa historia de amor y me llamó por teléfono para saber si era cierto, si era así. Le expliqué debidamente que era cierto, que era así y recuerdo haberle aclarado, cuidado, Paterson va con una "t" sola. De eso me acuerdo bien. Todo esto por teléfono. Bueno, a Onetti crítico de cine no lo veo, no lo vi nunca.

—Onetti te dedicó "Bienvenido, Bob" como con una clave personal, relacionada con el tema del cuento.

—Creo que con ironía. Yo compartí con él algunos meses de una pieza de pensión en Buenos Aires. Esto fue en el año cuarenta y cuatro. Un buen día apareció "Bienvenido Bob" y apareció impreso ahí, "Dedicado a H.A.T." Me sorprendió pero no le pedí explicaciones ni él me las hubiera dado nunca pero para mí siempre quedó claro que yo no era Bob. Ciertamente lo que cuenta ahí no se ajustaba a nada preciso. Pienso que fue una dedicatoria amistosa, más de una vez ha dedicado cuentos y novelas. Hombre, le ha dedicado algo a Luis Batlle Berres también. Así que me dedicó un cuento y yo quedé así, un poco honrado. Respecto a esto, un [End Page 285] chiste más reciente. Hace un par de años, en un semanario montevideano, creo que era 20/21 y si no era 20/21 era un semanario de poca difusión, publicó "Bienvenido Bob" y la primera línea dice "A H. A. T." Y un amigo me dice, "Escuchame una cosa, ¿este H. A. T. que figura aquí sos tú?" "Sí, efectivamente soy yo." "Decime otra cosa, ¿y este coso Onetti quién es?" Pero, claro, era un chiste.

—¿Trabás amistad con Onetti por casualidad?

—Es la casualidad. Tantas cosas de la vida que se hacen por casualidad. Yo llegué a Marcha en el treinta y nueve con un poco de entusiasmo, treinta y nueve o cuarenta, a corregir pruebas. Estaba Despouey en Marcha, que hizo un breve período ahí y tuve cierta amistad con Onetti que era secretario de redacción. Yo era un visitante frecuente. Ahí fue donde salió El pozo, ahí trabamos una primera amistad y después se desarrolló cuando él pasó a la agencia Reuter en la Plaza Libertad, y asistíamos al café Metro. Posteriormente la cosa evolucionó todavía más. La pregunta es así: ¿si mi primera mujer se divorcia de mí y se casa con el hijo de Onetti, que era amigo mío, qué paso a ser yo de Onetti? Y la respuesta es: admirador.

—En sus profesiones ustedes eran lo opuesto. Tú, preciso y sistemático, Onetti nada sistemático…

—No, muy sistemático no, es muy difícil tener una vida similar a la de Onetti, además. Pero le apreci...

pdf

Share