On Calderón (review)

80Bulletin ofthe Comediantes Morales, paje de don Alvaro de Luna, por ejemplo, ni siquiera se adhiere a las características trágicas que el mismo profesor MacCurdy enumera. La obra, más bien una comedia romántica que trata sobre Morales, el leal paje de don Alvaro, debía haberse omitido del estudio y haberse relegado a categoría de nota. El capitulo más importante del libro, y el que mejor ilustra la tesis del libro, a pesar de la inclusión de Morales ..., es el que trata sobre la figura de don Alvaro de Luna. En él no solamente se prueba convincentemente la tesis central, sino que se analiza al favorito de Juan II desde diferentes puntos de vista: el literario, el histórico y el personal. Debe anotarse que el capítulo está encabezado por una sección donde se incluyen las crónicas y las baladas que sirvieron de fuente al dramaturgo. Los últimos capítulos, aunque poseen en numerosas ocasiones interesantes análisis de las obras, constituyen el mejor ejemplo de la falta mayor del libro. Si el objeto del estudio es probar la existencia de la tragedia y analizar cómo la caída del privado sigue el patrón o arquetipo del héroe trágico, ¿por qué dedicarle tanto espacio a obras que, como él mismo reconoce ni siquiera se acercan a la definición del género? La impresión que recibe el lector a través de su lectura es que hay mucho material (obras analizadas) que no tenía que haber sido incluido. En muchas ocasiones, y en especial en estos últimos capítulos, se transparenta que el profesor MacCurdy al tratar de probar la popularidad del tema de privanza sucumbió a la tentación de incluir toda esta serie de obras que lo hacen divagar de su propósito principal. Irónicamente, lo que añade a esta disgregación, de la cual él mismo parece darse cuenta, es que tiene que categorizarlas de pésima calidad literaria, al igual que de carentes de los esenciales ingredientes trágicos, lo cual va contra su tesis original de que era un género válido y de extensa popularidad. No obstante estas faltas de que el libro pueda pecar, el profesor MacCurdy debe ser felicitado por su constante labor por traer a luz, definir y apoyar la tesis de que en España se cultivó la tragedia. Asimismo, su perspicaz análisis de las obras que incluye sirve un propósito muy útil en cuanto a la mejor comprensi ón de la temática de privanza. José Antonio Madrigal Auburn University MARANISS, JAMES E. On Calderón. Columbia: University of Missouri Press, 1978. 128 pp. This monograph consists of ten essays on the following works of Calderón: 1) Los encantos de la Culpa and El gran teatro del mundo; 2) La vida es sueño; 3) Elpríncipe constante; 4) La dama duende; 5) El médico de su honra; 6) El alcalde de Zalamea; 7) Eco y Narciso. In addition there is an introductory chapter which sets forth the critical posture, with regard to the Reviews81 Calderonian opus, that the author will utilize in detail with representative works. The book concludes with two general essays, one on language and the other on critics of Calderón. The author begins with an assumption about Calderón which he then hopes to demonstrate in his succeeding essays, the assumption being that Calderón's dramatic works «serve order as an end in itself» (p. 1). In works such as the autos and Elprincipe, though the analyses are convincing, the controlling idea is not. In the other cases, the plays are forced to fit the assumption of the critic. For example, LVES presents a case, according to Maraniss, in which Calderón accepts order as a higher value than liberty, love and life. Many critics have remarked on the unsatisfactory handling of the erotic involvement of Segismundo and Rosaura, and Maraniss employs this observation to support his thesis on Calderón's preoccupation with and obedience to order. But somehow the play loses focus when seen in this light; Segismundo...