Abstract

Como ejemplo del arte dramático peruano durante el siglo XVIII, una obra desconocida del polígrafo limeño Pedro Peralta Barnuevo establece un vínculo imitativo con la tradición operática establecida en España por Calderón de la Barca. El libreto de una loa de 1725 revela que Peralta se aprovechó de las innovaciones teatrales más recientes italianas y europeas, y demuestra cómo aquí aplicó su teoría y crítica del género dramático, tal como practicado en España, Francia e Italia, en componer dicha obra. La novedad de la pieza yace en la unión del diálogo entonado y recitado, y en documentar la abdicación de Felipe V y la ascensión al trono del trágico Luis Fernando I. Se encuentran en la operetta una confluencia de adaptaciones derivadas del arte, de la política y de la historia peruana y peninsular, las cuales reflejan una intriga palacial y un fuerte sentimiento popular. La loa confirma el merecido lugar de Peralta como dramaturgo académico único.

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