Abstract

En este estudio se analiza el procedimiento bien silogístico que utiliza Pedro Crespo para resolver el problema de su honor. El alcalde procede en dos planos distintos porque concibe su dilema en términos de fama vs. hacienda. Violada su hija, el padre ultrajado elige buscar primero un remedio estéticosacramental para la ofensa a su amor propio (o "fama"). Cuando el malhechor rechaza rotundamente la solución divina (el matrimonio), Crespo no puede más que descender al nivel inferior de la justicia humana: emprende un proceso judicial por el cual espera conseguir un remedio práctico para la ofensa a su "hacienda."

Culmina el proceso en la inolvidable confrontación entre Crespo y el Capitán durante el tercer acto, una escena en que cruzan los dos asuntos principales del drama: el honor y la justicia. Por cortarse tan fuertemente este par de temas, muchos críticos han entendido mal el propósito y moraleja de la obra. Sin embargo, si se estudia el drama desde el punto de vista de unos motivos estéticos en conflicto con otros prácticos, el caso queda fácil de explicar y entender. (ETA)

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