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  • A Son de Caja de Guerra y Voz de Pregonero. Los Bandos de Buen Gobierno de Mérida, Venezuela, 1770-1810
  • Armando Martínez Garnica
A Son de Caja de Guerra y Voz de Pregonero. Los Bandos de Buen Gobierno de Mérida, Venezuela, 1770-1810. Edda O. Samudio y David J. Robinson. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 2009. xii + 392 pp. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, No. 268. $20.00 paper (ISBN: 978-980-7088-31-2).

Los vecinos de las antiguas repúblicas de españoles en la América española podían contribuir al ordenamiento social a través de la voz del síndico procurador general, un funcionario que hacía parte de los cabildos justicia y regimiento. Oficio anual, renovado por cooptación, expresaba las demandas sociales del vecindario: abasto de agua, carnes y víveres; control de precios y de los acaparadores de los bastimentos, visita de las pulperías, disposiciones sanitarias, control de amancebados, borrachos, vagos y gentes de mala vida; composición de caminos y puentes, limpieza de solares y defensa de la moral pública, defensa colectiva frente a los peligros políticos, todos estos asuntos eran del resorte de los encargados de velar por el bien público.

Las representaciones de los procuradores generales eran los documentos que ponían en marcha la actuación de los cabildos, pues los alcaldes ordinarios tenían que reaccionar a esas peticiones con autos o bandos de "buen gobierno", según como se les llamase en cada provincia indiana de los dominios de los reyes católicos. En conjunto, esos bandos leídos a son de caja y voz de pregonero configuraban y reproducían anualmente el régimen de policía urbana, con lo cual puede decirse que las normas del buen gobierno [End Page 178] procedían "de abajo hacia arriba": eran los voceros de los pueblos los que pedían las leyes de policía, y el buen gobierno era la satisfacción de la voz del pueblo. El regimiento y la justicia de los cabildos ganaban así una legitimidad social que señala la inconsistencia de las críticas de los liberales del primer siglo republicano, para quienes la ausencia de un régimen representativo significaba mera opresión y abuso del poder.

Esta colección de bandos de buen gobierno solicitados y expedidos en el seno del cabildo de la ciudad de Mérida, jurisdicción original del corregimiento de Tunja y desde 1607 capital del nuevo corregimiento de su nombre, si bien se mantuvo en la jurisdicción de la Audiencia de Santa Fe hasta el siglo XVIII, es una fuente de primera clase para la comprensión de la vida social en las localidades indianas de los dominios de la monarquía. En esta ciudad de la actual república venezolana se han conservado, excepcionalmente, los libros capitulares que coleccionaron las solicitudes originales de los procuradores generales (1776-1801) y los cuadernos de los bandos de buen gobierno emitidos durante el tiempo en que actuaron como escribanos de cabildo los señores Chávez, Pirela y Almarza (1786-1810).

Este corpus documental perfectamente trascrito, con criterio erudito, está acompañado de un extenso estudio emprendido por los dos compiladores y de una muy completa bibliografía (24 páginas) sobre la vida urbana en los tiempos indianos, para todo el espacio indiano de la monarquía. Su utilidad para la historiografía urbana de esos tiempos anteriores a los procesos de Independencia está garantizada por el amplio espectro temático analizado en el estudio preliminar por los dos compiladores: régimen de policía y dimensiones de la conducta desordenada, clasificación de los espacios urbanos (públicos, semipúblicos, privados) y tipificación de las acciones correspondientes, la salubridad pública, las fiestas, el abasto, la indigencia, las siembras, el régimen de urbanidad, el ordenamiento urbano, el juego y los vicios.

Definida por el Diccionario de Autoridades como "la buena orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas", el régimen de policía indiana encuentra aquí su mejor fuente. La política...

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