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  • Huellas del Libro de buen amor en algunos escritores burlescos de la generación de 1580, creadora del Romancero nuevo
  • José Luis Pérez López

El Libro de Buen Amor (LBA) circuló por muchas zonas de la Península Ibérica, pero su principal ámbito de recepción fue la Iglesia toledana y el antiguo Reino de Toledo (Pérez López, Temas 121–23). Por eso no es de extrañar que la primera aparición de la obra para la crítica sea la del manuscrito T (hoy en la Biblioteca Nacional de España, Ms. Vitr. 6–1). Apareció en la Biblioteca de la Catedral de Toledo en 1727 en el catálogo hecho por los benedictinos Diego de Mecolaeta y Martín Sarmiento (hoy en la Biblioteca Nacional de España, Ms. 13413). No sabemos desde cuándo estaba en la catedral; pudo estar desde el siglo XIV en que se copió, no habiendo sido recogido en los inventarios anteriores por contener una materia ajena a la de los principales códices catedralicios, o pudo haberse incorporado en cualquier momento posterior, antes de 1727. [End Page 349]

En un artículo de Alan Deyermond se pueden ver los hitos de la recepción del LBA desde su composición hacia 1320 (Pérez López, Temas 63–119) hasta la citada fecha de 1727. Este trabajo se centrará en el periodo histórico que va desde mediados del siglo XVI hasta la mención de la obra en el catálogo de Mecolaeta-Sarmiento.

En la segunda mitad del siglo XVI, el humanista toledano Álvar Gómez de Castro copia unos pocos versos de la obra, sacados, probablemente, del Ms. T. Este autor, nacido en Santa Olalla (Toledo) y de orígenes conversos, biógrafo del cardenal Cisneros, está vinculado estrechamente también con la catedral toledana. Gómez de Castro fallece hacia 1580. Entre esa fecha y 1727 las menciones del LBA son solo dos en la cronología de Deyermond. En una de ellas, de hacia 1647, Francisco de Torres, historiador de Guadalajara, solo sabe decir del autor: “El Arcipreste de Hita (que no he savido asta aora más nombre suyo) hizo un gran volumen de provervios en verso” (135).

¿Significa esto que el LBA era una obra ya definitivamente de otra época, una literatura muerta? No creo que sea así. Precisamente hacia 1580 una nueva generación de escritores se va a inspirar en los poemas jocosos, satíricos y burlescos contenidos en el LBA para sus propias obras. Se trata de la que José F. Montesinos llama la “generación de 1580” (111), creadora del Romancero nuevo y constituida por Pedro Liñán de Riaza, Lope de Vega, Góngora, Cervantes y una legión de romancistas anónimos.

El presente estudio traza la presencia de reminiscencias del LBA en tres obras del poeta toledano-aragonés Pedro Liñán de Riaza, íntimo amigo de Lope de Vega, y en la aparición de dos reelaboraciones de episodios del LBA en cancioneros manuscritos de la época, uno de los cuales nos lleva también al ámbito de la catedral toledana, como el Cancionero de Pedro de Rojas, recopilado por este canónigo de la catedral. Se trata del villancico “La chiquita es la mejor”, basada en el “Elogio de las dueñas chicas”; y del “Cuento de un pintor”, basado en el episodio de don Pitas Pajas. Todo ello constituye un aspecto de la recepción del libro que debe ser valorado por la crítica. Los escritores de la generación de 1580 vieron el LBA como una obra de carácter jocoso, satírico, burlesco, para hacer reír, visión de la obra lo más alejada de una concepción didáctico-moral seria de la misma. [End Page 350]

El poeta Pedro Liñán de Riaza

Pedro Liñán de Riaza nació en Toledo.1 Su madre era la toledana Águeda de Riaza y su padre, Roque de Liñán, era de Villel, en la diócesis de Sigüenza (pueblo que estuvo y está hoy en el área de influencia de la aragonesa Calatayud...

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