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  • Itinerarios de la Sevilla de Cervantes. La ciudad en sus textos
  • Aviva Garribba
Pedro M. Piñero Ramírez–Rogelio Reyes Cano, Itinerarios de la Sevilla de Cervantes. La ciudad en sus textos. Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla–Junta de Andalucía, Consejería de cultura–Fundación El Monte–Caja San Fernando. Obra social. 2005. 363 pp. ISBN 84-8266-555-3.

Este hermoso volumen se coloca en el marco de las celebraciones sevillanas de los cuatrocientos años de la Primera parte del Don Quijote, y se propone destacar el papel capital de la ciudad de Sevilla en la vida y en la obra de Miguel de Cervantes. Los dos autores, Pedro Piñero y Rogelio Reyes, presentan la visión que Cervantes tuvo de la ciudad tal como se refleja en sus obras, especialmente en algunas piezas teatrales y en varias de las Novelas ejemplares, y muestran al lector, según sus propias palabras, ‘una ciudad que se hace letra viva en sus textos’ (5). A pesar de que el papel que tiene Sevilla en el Quijote es bastante marginal, según subraya el Alcalde de Sevilla en la Presentación, es indudable que el conocimiento y las experiencias que tuvo Cervantes de su campiña y de sus pueblos fue fundamental para la escritura de la obra. Y este volumen nos recuerda además las muchas alusiones que varios personajes del Quijote hacen a la gran ciudad, en las que aparece siempre relacionada con ‘las Indias, la opulencia económica y la marginalidad social’ (22). El fin que los dos autores se proponen explícitamente es el de ayudar al lector ‘a contextualizar los tipos humanos que habitan Sevilla’ (5), ya que es el paisaje humano lo que más le interesó a Cervantes, aunque no dejó de retratar en sus obras el aspecto urbano propiamente dicho.

El volumen está estructurado como un recorrido a través de los barrios de ciudad, de norte a sur, una visita a la Sevilla del s. XVI guiada por las citas de las obras de Cervantes e ilustrada por un gran número de ilustraciones. Así, a lo largo de los seis capítulos, vemos desfilar sucesivamente la Aduana, el barrio de Triana, la Plaza del Pan, la Plaza de San Francisco, la calle de la Sierpe, la Catedral con la Giralda y las Gradas, la Casa de Contratación, la calle de la Feria, los barrios y los extramuros.

El primer capítulo tiene carácter introductivo pues en su comienzo se repasan las relaciones de Cervantes (y de sus antepasados) con Sevilla y más en general con Andalucía y en el final se brinda una detallada imagen de la ciudad, con sus múltiples facetas, según se desprende de las obras del gran escritor. Se recuerdan, pues, todos los contactos que Cervantes tuvo y asimismo los que pudo tener, empezando desde su infancia y adolescencia, durante las cuales pudo acompañar a su padre en sus estancias en Córdoba y en Sevilla, y trata también de un misterioso duelo en el que pudo participar. Mayor atención, por cierto, se dedica a los diez años de los que más se sabe (1587–1597), los de su cargo como requisador de víveres para la Invencible Armada y recaudador de impuestos, años pasados recorriendo la campiña y los pueblos de los alrededores, y que se concluirían con su ingreso en la Cárcel Real de Sevilla, donde pudo conocer el mundo del hampa y su lengua, que utilizaría en varias de sus obras (por ejemplo en Rinconete y Cortadillo, cuando el mozo de la esportilla les explica a los dos pícaros el lenguaje germanesco).

Los seis capítulos que siguen están dedicados a escudriñar la presencia en la obra de Cervantes de sendas zonas, que a la vez representan facetas de la bulliciosa ciudad, tanto rica como miserable: la Sevilla del río con el puerto, la del comercio, la del poder, la de la iglesia, la de los barrios, y finalmente, la de las afueras. De cada una de estas facetas [End...

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