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  • El género chico. Ocio y teatro en Madrid, (1880-1910)
  • Teresa Herrera
El género chico. Ocio y teatro en Madrid, (1880-1910) Alianza Editorial, 2004 Por Carmen del Moral Ruiz

En 1974, Carmen del Moral Ruiz publicó un libro, El Madrid de Baroja, a partir de una polémica tesis doctoral, defendida en el departamento de Historia de la Universidad Complutense de Madrid. En su estudio, la autora exploraba la validez de las crudas descripciones de la novelística barojiana de los barrios bajos de Madrid a finales del siglo XIX. Su tesis defendía la verosimilitud de dichas descripciones, las cuales eran apuntaladas con la documentación histórica que aportaba la autora. Se elevaba a la categoría de verdad la descarnada realidad de la clase obrera madrileña decimonónica, deslegiti-mizándose y cuestionándose así la representación romantizada y naturalizada que esas mismas clases habían adquirido en otro de los discursos literarios coetáneos más difundidos: el género chico. Veinte años más tarde, del Moral nos ofrece en El género chico. Ocio y teatro en Madrid (1880-1910), un estudio que documenta el nacimiento, los temas, los autores y la dinámica del género chico desde una perspectiva y metodología históricas.

En un panorama crítico sobre el género chico donde abundan estudios que son exaltaciones nostálgicas carentes de método y criticismo, el libro de del Moral es único en su rigor en la documentación de la sociedad, economía y cultura del siglo diecinueve y su proyección en las tablas a través del espectáculo del género chico. El libro consta de un prólogo y ocho capítulos: cuatro de ellos dedicados a la dinámica de la empresa teatral, uno a los autores de género chico, uno a las obras de tema madrileño y un último a las obras de tema cubano. La autora delimita bien su corpus, "los libretos del género chico, considerando como obras pertenecientes al mismo las que se desarrollan en un acto y se representaban en funciones por horas" y anuncia una deliberada abstracción del componente musical (9). Numerosas estampas y pies de página [End Page 236] acompañan al texto, transportando al lector a las cultura burguesa y proletaria de la sociedad decimonónica española, principalmente de la capital.

La autora cuestiona muchas de las afirmaciones sobre la zarzuela que han sido lugar común en los estudios a la usanza como, por ejemplo, que el primer sainete lírico fue La canción de la Lola (1880) o que uno de los factores del éxito de este tipo de espectáculo—argumento argüido por los estudios anteriores—haya sido el bajo precio de las entradas, asunción que la autora desmiente. Nadie, afirma, ha hecho intento de reconstruir estos detalles del pasado, bien por estar encerrados en "los rescoldos de la nostalgia" o por haberse perdido parte de las fuentes que permitían una aproximación sistemática a los datos (49).

Al contrario que en su libro sobre la novelística de Baroja, del Moral no entra ahora en profundidad en cuestiones de representación o ideología. La autora ataja la cuestión desde el principio con lo que ella denomina la contradicción latente del género chico: un género que nació marginal pero que, al difundirse entre una audiencia más amplia fue:

apoyándose en una ideología subyacente en nada innovadora que trataba de conciliar el producto teatral nuevo, moderno, popular y mayoritario con las ideas y principios de toda la vida.

(18)

Para los que conocen la monumental tesis de Nancy Membrez, notarán que existen algunos capítulos en común, como los relacionados con las biografías de los autores, la gestión empresarial del género chico y los precios del teatro. Sin embargo, las perspectivas de las autoras, textual para Membrez e histórica para del Moral, se complementan más que repetirse.

Especialmente bien documentados históricamente son sus capítulos sobre las obras de...

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