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  • Los límites de la femineidad de Sor Juana Inés de la Cruz
  • Verónica Grossi
Perelmuter, Rosa . Los límites de la femineidad de Sor Juana Inés de la Cruz. Madrid: U de Navarra-Iberoamericana-Vervuert, 2004. 167 pp.

La primera parte del libro de Rosa Perelmuter aborda las posibilidades y límites que el signo de lo femenino confiere a los escritos de la monja novohispana; la segunda, la recepción de su figura y de su obra desde el siglo diecisiete hasta la primera mitad del veinte, recepción que la estudiosa agrupa bajo tres lugares comunes: la reducida biblioteca, la rareza de Sor Juana y su actualidad.

El primer capítulo trata sobre las opiniones que circularon en la temprana modernidad sobre la retórica en general y la instrucción femenina en particular, marco que sirve para contextualizar el análisis de la Respuesta del segundo capítulo. Explica Perelmuter que en la literatura aurisecular, en los manuales de conducta y en los tratados de la época se encuentran argumentos que invalidan la participación de la mujer en el campo de la retórica, asociada al espacio público masculino. [End Page 316]

Estos argumentos están a su vez relacionados con el antiguo debate filosófico y teológico sobre la relación entre retórica y verdad y la utilidad moral (cristiana) de la literatura clásica (profana). En su carta admonitoria, el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, le reprueba a la monja el uso de "ciencias curiosas" como la retórica para recomendar que se dedique a las provechosas como la "filosofía moral". Sor Juana, según Perelmuter, no sólo defiende el estudio de la retórica, ya que "le permite acceder a 'las figuras, tropos y locuciones de la Sagrada Teología' (Respuesta, líneas 319–20)", sino que hace uso de ella para estructurar varias de sus obras.

En el segundo capítulo, versión ampliada de su ensayo magistral sobre la presencia del discurso forense en la Respuesta (Hispanic Review 1983.51: 147–58), Perelmuter analiza los lugares comunes de la recepción de esta carta, relacionados semántica e ideológicamente entre sí: la Respuesta como documento (proto)feminista; como escrito confesional, autobiográfico, de carácter sincero, directo, emocional, interpretación que ha pervivido hasta años recientes; y como modelo de prosa sencilla, natural, tersa, limpia, alejada de la oscuridad y artificiosidad barrocas, que articulan a partir del neoclasicismo y hasta bien entrado el siglo veinte críticos como Francisco Pimentel, Pedro Henríquez Ureña, Antonio Castro Leal, Anita Arroyo y Alberto G. Salceda. Las supuestas cualidades neoclásicas y románticas de su obra se trasladan a o se identifican con los atributos que forman parte del estereotipo femenino patriarcal: el candor, la ingenuidad, la simpleza, la dulzura, la pureza, la emotividad, el sentimentalismo y la pasión.

Este contexto de recepción nos permite apreciar la propuesta seminal de Perelmuter (1983), la cual abrió y sigue abriendo el terreno para el reconocimiento de la complejidad formal e ideológica de la Respuesta y del corpus sorjuanino. Según la [End Page 317] estudiosa, a través de su dominio de la retórica clásica, Sor Juana encubre en esta carta "una elaboración cuyo máximo acierto consiste precisamente en no hacerse notar" (28). En su Carta atenagórica (1690) también exhibe maestría retórica al presentar y argumentar un caso a modo de defensa en la línea de la oratoria forense. La tesis de la experta sorjuanista es la siguiente: la Respuesta, una defensa del derecho de la mujer al conocimiento, disimula su aspecto formal o judicial, es decir, su "identidad de oratio bajo el disfraz de confidencia, de carta familiar" (32), lo cual es también un efecto artístico. Sor Juana sigue los modelos de Cicerón y Quintiliano al hacer uso de terminología legalista y fórmulas retóricas. Por medio de un detallado análisis textual, la autora demuestra que esta carta, lejos de ser un escrito sincero y directo, tiene una...

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